Chelsea le remontó el clásico al Fulham en un nueve minutos con un pibe de 19 años y una asistencia de Enzo Fernández | OneFootball

Chelsea remontó y consiguió un triunfazo agónico en Craven Cottage ante Fulham, por 2-1, en el derbi del Oeste de Londres, en la fecha 33 de la Premier League. Con la victoria, se acomoda en la pelea por los puestos de Champions.

El juego comenzó a pura tecnología a orillas del Tamesis. No habían pasado tres minutos que el VAR postergó el primer grito de gol en el mediodía londinense: a los 2’50”, el brasileño Andreas Pereira la supo empujar a la red pero un offside Ryan Sessegnon privó al clásico de la primera emoción. A los 9′, Chelsea tuvo su primer aproach pero Cole Palmer desaprovechó una contra con un tirito de media distancia fácilmente atajado por el alemán Bernd Leno. A los 14′, el germano estuvo más exigido tras un tiro libre picante de Reece James.

El partido comenzó a quebrarse a los 20′. El propio James durmió ante la presión alta de Fulham, Ryan Sessegnon le robó la pelota en la salida, llegó a tres cuartos y asistió con un toque horizontal al nigeriano Alex Iwobi, quien definió bajo y cruzado más allá de la volada del español Robert Sánchez: 1-0 y volver a empezar.

El Chelsea intentó pararse algunos metros más adelante, con un Enzo Fernández movedizo (tirado hacia la izquierda por momentos y como pivote adelantado por otros aunque sin abandonar su ubicación original), aunque sin sostén a su alrededor. En definitiva, mientras Fulham seguía siendo vertical, los Blues acababan siendo un puñado de centros sin suerte ni puntería.

Así se fue el primer tiempo, con unos Whites reafirmando con el 15° gol de Iwobi en el club blanco que el mereciómetro -a pesar de haber sido el único tiro al arco- no estaba equivocado y que la ilusión de la Europe League para los Blues, más allá del 59% de seca posesión de pelota, empezaba a postergarse en serio…

Enzo Maresca no dudó. Tan flojito fue el primer tiempo de los suyos que, de arranque en el complemento, metió dos cambios: Jadon Sancho y Malo Gusto por Noni Madueke y el dormilón Reece James. Fue el francés, justamente, quien a los 7′ del segundo tiempo despertó al equipo de la siesta y obligó a Leno a contener una bocha picante en dos tiempos. Y tres minutos más tarde, Pedro Neto -tras una buena jugada de Fernández por izquierda- volvió a tener el empate pero el alemán lo volvió a negar.

Con el pasaje de los minutos, la bocha seguía aún más en los pies del Chelsea pero no le terminaba de encontrar la vuelta al asunto. Hasta que Maresca volvió a apelar al banco de suplentes. Y esta vez, salió bien. O, al menos, encontró efectividad. A los 32′, mandó a la cancha a Tyrique George, un categoría 2006 de 19 años. Y cinco minutos más tarde, este hijo de nigeriano y ghanesa, un pibe de selección juvenil inglesa, aprovechó en la primera que tuvo una serie de rebotes desde la medialuna para definir fuerte y abajo: 1-1. ¿Fin de fiesta? De ninguna manera…

Andres Pereira tuvo un lindo tiro libre para Fulham a los 40′ pero se fue alto. Y en el segundo minuto de descuento llegó el milagro con toque argentino. ¿Papa Francisco? No, Enzo Fernández. Desesperado, casi como wing derecho (o volante que llega al fondo), mandó un centro preciso al punto de penal donde el portugués Pedro Neto, quien la levantó con derecha y, tras una media vuelta, de zurda le derribó el muro al alemán Leno para el 2-1 definitivo.