La Selección Española Femenina sin rumbo | OneFootball

Mucho talento, pero poca cohesión: la selección sigue sin encontrar su mejor versión

La selección española femenina de fútbol está en un momento raro: es campeona del mundo y gana casi siempre, pero no termina de convencer. En medio del parón de selecciones, con una Eurocopa en el horizonte y un equipo lleno de talento, los resultados llegan, sí, pero las buenas sensaciones… no tanto.Y, mientras tanto, Montse Tomé sigue buscando su once ideal como quien busca una aguja en un pajar.

La (eterna) búsqueda del «9»

Uno de los grandes enigmas de esta selección es la figura de la delantera centro. O más bien, la ausencia de una fija. Cada vez que aparece una «nueve pura», los resultados acompañan: ya pasó con Martín-Prieto en un parón anterior, y vuelve a pasar ahora con el regreso de Esther González. No es magia, es fútbol: si tienes una goleadora natural, marcas más goles.

El problema es que no hay continuidad. La sensación es de improvisación en cada convocatoria. Salma Paralluelo, que es una jugadora espectacular, no es una delantera centro al uso. Colocarla en esa posición es un parche momentáneo. Puede que funcione, pero no está diseñada para eso. Para la Eurocopa, España necesita una «9» fija que se afiance en el puesto para poder tener conexión con el resto de sus compañeras.

Además, Jenni Hermoso sigue sin estar en la lista y, sinceramente, se nota. Su ausencia no es solo física, es emocional. Era la pausa, el criterio y la inteligencia del conjunto. Su presencia ayudaba a dar sentido a un ataque muchas veces caótico. Ahora, sin ella, la selección parece buscar a alguien que enlace, que piense y que lidere. Y por ahora, no lo encuentra.

Fuente: Izq: GETTY. Centro: MARCA. Dcha: EFE

El sistema no encaja con las jugadoras

Otro punto flaco: los extremos. O, más bien, la falta de ellos. España insiste en jugar con bandas, pero no tiene jugadoras de desborde natural en esa zona. Y cuando las hay, no son titulares. El resultado es un sistema que obliga a jugadoras como Mariona Caldentey a hacer algo que no son, por lo que el desborde no aparece, los centros no llegan, y los ataques se diluyen.

La alternativa está clara: dejar de fingir que hay extremos. Cambiar el dibujo. Un 3-5-2, por ejemplo, podría aprovechar mejor la calidad del mediocampo y permitir que las laterales se conviertan en carrileras con más profundidad. Además, se podría reforzar el medio con un doble pivote que equilibre mejor al equipo. Hacer que el sistema se adapte a las jugadoras y no al revés. Porque lo que no se tiene no se puede inventar.

A esto se le suma un problema más preocupante: la defensa. El mediocampo con Patri Guijarro, Aitana Bonmatí y Alexia Putellas es posiblemente el más talentoso del planeta. Pero si los rivales logran superar esa barrera, el gol está casi asegurado. La línea defensiva sufre desajustes constantes, y da la sensación de que cualquier contra puede acabar en catástrofe. La falta de contundencia y de una líder en la zaga es alarmante. La solución solía ser siempre Irene Paredes, pero cada vez juega menos debido a la edad y todavía no tiene un reemplazo generacional.

Fuente: Agencia EFE

Talento sin engranaje

Ver jugar a España es a veces como ver a alguien conduciendo un Ferrari con el freno de mano echado. Hay calidad, hay talento, hay nombres que deslumbran… pero el equipo no carbura. Montse Tomé cuenta con jugadoras de nivel top, muchas del Barça, que están acostumbradas a jugar como un bloque. Sin embargo, en la selección parecen desubicadas. En sus clubes, funcionan como una orquesta sinfónica. En la selección, en cambio, parece que cada una toca una canción diferente.

Montse Tomé no termina de encontrar un estilo definido. Gana partidos, como el reciente 2-4 a Portugal, pero sin convencer. Hay rotaciones extrañas, cambios de esquema sin sentido y una sensación general de improvisación. Y en selecciones, donde hay poco tiempo para trabajar, eso pesa. Falta una idea clara, una estructura reconocible.

Fuente: Zuma Press

La selección está en un punto muerto: o encuentra pronto su identidad pasada con roles definidos y un esquema que potencie lo que tiene, o seguirá dependiendo del talento individual para resolver lo que no se resuelve en los entrenamientos. Hay tiempo, pero también urgencia. Y sobre todo, hay mucho por mejorar si quieren seguir en la cima y conseguir la Eurocopa.