El Sevilla, en tierra de nadie | OneFootball

No tiene potencial para luchar por Europa, y la permanencia está en la mano. El derbi marcará como podrá ser el final de temporada

Llega el parón por los compromisos internacionales, y es momento de repasar lo que se lleva disputado en 2025, y mirar hacia el final de temporada. Y el panorama para el Sevilla no es nada positivo, aunque está campaña no se pase apuros con el descenso. Una zona que, afortunadamente, esta campaña se ha visto siempre lejos, al contrario que la anterior.

El equipo había encadenado cuatro jornadas sin perder, con dos triunfos y otros tantos empates, y algunos veían la posibilidad de luchar por volver a Europa, y más tran vencer en el Reale Arena a la Real Sociedad. La igualdad en la clasificación, con la zona europea a poca distancia, y el hecho de que, posiblemente, hasta ocho equipos estén en Europa la próxima temporada, daban derecho a soñar con ello.

Pero llegó el encuentro en el Sánchez-Pizjuán ante el Athletic Club, y nuevo mazazo de realidad. Nueva derrota, y otro mal partido del equipo, pese a que Nyland detuvo un penalti con empate a cero. Sin un juego brillante en todo el curso, el Sevilla conseguía sacar adelante las victorias gracias a la defensa y las buenas actuaciones del portero noruego.

Pero caer ante el conjunto bilbaíno, que venía con desgaste físico tras el esfuerzo en Europa League ante la Roma, fue un golpe duro. La afición despidió a los jugadores con pitos ante el pobre juego ofrecido, que les hizo despertar del sueño de regresar a competición europea. Siendo irregular en los resultados es muy difícil acabar en zona que es acceso a viajar por Europa.

Al equipo de García Pimienta le está pesando la enorme falta de gol. Sólo Lukébakio está sobresaliendo en ese apartado, sumando 10 tantos. Pero el bajo nivel de Isaac Romero (3), está lastrando las opciones de mirar arriba. La llegada de Rubén Vargas ha dado calidad, desborde y velocidad al ataque, pero le falta pegada al suizo. La recuperación de Ejuke también es una buena noticia pero, como al suizo, la falta de punch le lastra, además de obcecarse en ocasiones con regates.

Otro nombre propio es el de Saúl Ñíguez que, pese a acumula seis asistencias, su rendimiento está siendo pobre, siguiendo con lo que venía ofreciendo en anteriores cursos. La mano que le señalaron ante el Athletic fue una piedra más en su mochila. Pese a todo, y al rechazo de la afición, parece que el club quiere prolongar la cesión.

El Sevilla acumula en 2025 diez partidos de Liga, con un balance irregular: solo dos derrotas, tres victorias y cinco empates. Estos números hacen que la permanencia, aunque no matemática, si esté conseguida virtualmente. El final de temporada, sin objetivos ambiciosos, puede ser duro. Pero quedan metas que lograr.

Primero, ganar el derbi al Real Betis o, de lo contrario, el final de curso puede ser más caótico para todas las esferas del club; segundo, ganar por fin en el Ramón Sánchez-Pizjuán, donde llevan tres meses sin hacerlo (14 de diciembre, 1-0 al Celta); tercero, tratar de ganar dos partidos seguidos por fin esta temporada; y, cuarto, conseguir que Isaac Romero recupere la confianza, la relación con el gol, y que anote ante su afición.

La vuelta a la competición será con el derbi, y ese partido va a marcar, en buena medida, como podrá ser el fin de curso de un club sin rumbo fijo, problemas institucionales, y grave falta de liquidez.