Mbappé no es seguro que juegue | OneFootball

El francés será duda hasta el final. Encabezó la lista rumbo a Sevilla, pero no tiene el tobillo al 100%. Se probará mañana y decidirá.

Mbappé viajaba. Fue la noticia de la convocatoria. Encabezó la expedición blanca rumbo a Sevilla. Porque su tobillo, maltrecho desde la vuelta contra el Arsenal, progresa. Adecuada, pero no totalmente. En el penúltimo ensayo (el jueves), el tobillo le seguía doliendo, forzándole unas leves molestias. Se prefirió no forzar. Y ahí está el quid. Se probó en el último ensayo en Madrid antes de viajar, pero el polvorín arbitral no le dejó hacerlo en La Cartuja. Y las sensaciones no fueron del todo halagüeñas. Mejores, pero no plenas. E internamente no hay seguridad total respecto a su alineación de inicio. Una duda más que razonable a 24 horas el silbatazo. Se probará una última vez, en la mañana del duelo, y ahí decidirá. Duda hasta el final… en la final.

Si finalmente puede ser de la partida, será una nueva prueba de fuego. Una enorme para el francés, señalado por más que sus grises actuaciones ante el Atlético de Madrid y Arsenal en Champions y en los dos duelos precedentes ante los azulgrana.

El señor de las finales

Sin embargo, hay un dato llamativo en el delantero de Bondy. Y positivo. En las tres finales que ha jugado hasta ahora con el Madrid ha marcado en las tres, algo que ha servido para que los blancos hayan llenado un poco más sus estanterías con los títulos de la Supercopa de Europa (cerró el marcador gracias a un pase de Bellingham, ganando su primer título de blanco en su primer partido vistiendo la elástica madridista) y la Copa Intercontinental (abrió el marcador a pase de Vinicius). Dos remates a un solo y preciso toque, y dos premios para el Madrid.

No fue lo mismo en la Supercopa ante el Barcelona. Abrió el marcador a los cinco minutos de partido, en una formidable jugada personal. Arrancó Vinicius para darle el balón, el francés se fabricó una jugada de la nada, con una bicicleta dejó atrás a Balde y remató sutilmente sobre Szczesny, pero minutos después un pisotón de Koundé le dejó prácticamente ausente de lo que quedaba de partido, aunque aguantara hasta el final. Cierto es que sus dos primeros Clásicos no han salido cómo él esperaba. En el primero, derrota sin paliativos de los blancos ante los de Flick (0-4), le señalaron hasta ocho fueras de juego.

Ahora en su tercera intervención ante los azulgrana, Mbappé llega con la idea de romper esta estadística. Se agarra a su clavo ardiendo: en Francia ganó cuatro títulos de Copa, todos ellos con el PSG, siendo clave. Marcó 23 goles en 21 encuentros coperos en esas cuatro ediciones (2017-18, 2019-20, 2020-21 y 2023-24), dando además 10 asistencias. Mbappé llega a Sevilla buscando su quite del perdón. Si el tobillo se lo permite…

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