'Es justo y necesario robar al Barça'. Juanma Rodríguez defiende el hurto del clásico | OneFootball

Ha escocido en Barcelona el triunfo del Real Madrid femenino sobre el Barça a domicilio (1-3) dejando LaLiga al rojo vivo. Nadie se lo esperaba y ha costado asimilarlo.

Después de 18 victorias seguidas, pensaban que la superioridad del Barça iba a ser eterna.  No contaban con el trabajo de las jugadoras de Toril y su lucha por superarse.

Mucho llanto en Barcelona para justificar la derrota con la árbitra

En la ciudad condal ha echado mano de lloriqueos para justificar una afrenta que nadie había previsto. Y culpan a la árbitra del partido de decantar la balanza a favor del Real Madrid.

Fue por un gol anotado por el FC Barcelona que pudo haber significado el 2-1. Fue anulado por la colegiada  por entender que  una jugadora del Barcelona interfería en la visión de la jugada desde su posición ilegal.

Así lo interpretó la árbitra, pero en Barcelona se han lanzado contra ella acusándola de ser la mejor jugadora del Real Madrid en el clásico.

Ese 1-3 ha escocido mucho. Apenas horas antes del partido  Aitana Bonmatí insistía en que "aún hay mucho diferencia entre los dos equipos".  Una constante en las declaraciones de las jugadoras barcelonistas, muy sobradas de amor propio.

El recuerdo de Enríquez Negreira

Juanma Rodríguez tiene su propia opinión:

“Mi tesis, que completaré este lunes en @eselprimerpalo es que a un club que pagó 17 años al vicepresidente arbitral es justo y necesario robarle todas las veces que sea menester.

Y aplaudirlas”, ha dicho en la red social X, tal y como informa Defensa Central, aunque luego lo ha borrado.

— Juanma Rodríguez 🇪🇸 (@juanma_rguez) March 23, 2025

Juanma Rodríguez no está dispuesto a soportar que se hable de robo del Real Madrid en el clásico femenino. Especialmente cuando el Barça ha estado pagando 8,4 millones de euros entre 2001 y 2018 al número dos de los árbitros, José María Enríquez Negreira. Y no ha pasado nada...

Y un supuesto error arbitral no tapa 17 años de vergüenza sin castigo, por mucho que las altas instancias traten de tapar el atropello como si aquí no hubiera pasado nada. Pasan los meses y los años y seguimos esperando justicia.