Un Barça sobre la ola ante un Inter peligrosamente herido | OneFootball

Los de Flick llegan a la semifinales eufóricos tras ganar al Real Madrid en la final de Copa y se enfrentan a un Inter en horas bajas.

Subido a la ola de la victoria ante el Real Madrid en la final de la Copa del Rey en Sevilla en la prórroga, la fiesta no para el Barcelona, que esta noche en Montjuïc (21. horas por Movistar Liga de Campeones) recibe en la ida de la semifinales al Inter de Milán después de siete años de no pisar este territorio.

Si el Barcelona llega cansado, pero con la moral por las nubes después de haber ganado su segunda final al Madrid, el Inter comparece en Barcelona en el momento valle de un magnífico curso. Famosos con razón por el orden táctico que ha impuesto Simone Inzaghi al equipo, que le dio la fama de convertir al conjunto nero azzurro en una referencia defensiva, llegan los milaneses después de haber perdido la opción del triplete tras caer cruelmente ante el Milan por 0-3 y dejarse dos partidos de Liga ante Bologna y Roma, que le han privado del liderato y del mando de la Serie A, ahora en manos del Nápoles.

Toda la solidez que ha exhibido el Inter a lo largo de todo el curso se ha ido diluyendo en tres semanas. En la fase Liga de la Champions encajaron únicamente dos goles, una barbaridad. Cierto que no marcan mucho, pero parecía el muro más impenetrable de Europa. Un muro que ahora presenta dudas.

Puede que sea el cansancio de jugadores clave como Dimarco o las lesiones de Dumfries o Thuram, que llegará al partido, pero sin kilometraje previo. Quien no estará es Pavard, jugador que fue clave en el Bayern de Flick en el triplete bávaro y que se cae por lesión.

El Inter, además se vio agraviado a nivel de calendario por la muerte del Papa, que atrasó la jornada y les llevó a jugar el domingo ante la Roma. Perdieron. Pero Flick no se fía un pelo de estas señales.

El entrenador alemán considera como una excelente noticia la victoria el sábado en la Copa, pero ayer en el entrenamiento ya tuvo que llamar a capítulo a varios jugadores por encantarse demasiado.

Puede que los últimos resultados del Inter no haya sido buenos, pero sus virtudes siguen ahí. Es un equipo muy sólido en defensa que despliega el contragolpe como pocos y que tiene a los mejores lanzadores a balón parado de Europa, una asignatura que el Barcelona lleva suspendiendo recurrentemente en los últimos parciales. Ahí puede haber una de las claves de la eliminatoria.

Además de la euforia que supone haber ganado una final al Real Madrid remontando en la prórroga, en el Barça los argumentos para creer también son futbolísticos.

Más allá de que dos piezas clave para el entrenador como son Balde y Lewandowski no van a llegar a tiempo para el partido (y puede que tampoco para la eliminatoria) Flick puede volver a confiar en el mismo equipo que ganó la Copa. Las rotaciones necesarias para mantener el nivel apuntan de cara a este sábado en Valladolid.

Una de las dudas en los relevos en el equipo inicial por las que fue preguntado ayer el entrenador barcelonista fue la opción de que Fermín entrara en el lugar de Olmo como centrocampista más adelantado. Sin duda, es una de las opciones, pero ante un equipo que cierra los espacio por el centro como el Inter, un jugador de reacción y giro tan rápido como el de Terrassa y que sabe conservar el balón es fundamental.

El dinamismo de Fermín es más que importante, pero ante el Inter, cualquier pérdida de balón puede resultar dramática.

Entre la seriedad y el rigor de Flick, que intenta que nadie del equipo empiece a pensar que está todo hecho, emerge un valor intangible de este equipo que es el descaro de los jóvenes, que ayer en la previa escenificó Lamine Yamal.

El discurso del joven delantero de Mataró fue de todo menos modesto. Tras afirmar que se dejó “el miedo hace años en un parque de Mataró” reconoció que de momento, él va ganando.

De encontrar el equilibrio entre esta manera de entender el fútbol y la vida le va a ir al Barça la búsqueda de un éxito del que, en la máxima competición europea, está a tres partidos.

Tras haber ganado la Supercopa goleando al Real Madrid, la Copa tumbando a los blancos con una remontada in extremis y ser líderes en LaLiga con cuatro puntos de ventaja, el Barça quiere aprovechar la ola ante un Inter que por llegar herido sea más peligroso.

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